Nocturna. Circuito 24doce (Moralzarzal)
Había que aprovechar los pocos momentos sin lluvia que hemos tenido en esta Semana Santa y Dani siempre atento a las previsiones nos cita para la 7 de la tarde en Alpedrete.
Reparto de maillots y soportes de linterna y salimos hacia Moralzarzal con buen ánimo. En el Poli nos reunimos con Luiz que se incorporó directamente a la línea de salida.
Y comenzamos a rodar por el circuito de nuestros desvelos. Nada más salir comienza la subida dónde se concentra la mayor parte del desnivel. Al principio es suave, pero a partir del camping Los Herrenes la cuesta te pega un hachazo que te deja temblando y cuando ya estás a punto de escupir el hígado, la cuesta termina a la altura del depósito y empezamos a medio llanear por un sendero a la derecha de la pista principal. Ahora toca bajar por algo que podríamos denominar sendero, pero que en muchos tramos es puro campo y que a fuerza de rodar empieza a estar pisado. Javi nos obsequia con una voltereta lateral, pero como la experiencia es un grado, elige para caerse una zona de arena y topa en blandito. Volvemos a cruzar la pista y la bajada continúa por otra vereda que también ha elegido el agua como zona de descenso por lo que el tramo se hace divertido, aunque más de uno se lo imaginó a las seis de la mañana del próximo domingo y le temblaban las canillas.
Ya estábamos abajo otra vez al mismo nivel que el Polideportivo y continuamos dirección Cerceda en un llaneo con sube y baja sin demasiadas complicaciones. Después algún tramo de sendero de los fáciles y poco antes de llegar al Poli una fuerte pendiente aunque muy cortita pero que hace resoplar a más de uno.
La primera vuelta se ha completado en 54 minutos, muuuuuuuuy lejos de los 33’ de David, por lo que nos replanteamos lo de ganar la prueba este año.
Jose Luis, aquejado de un dolor costal se retira a descansar ya que tiene que estar al 120% para la prueba.
Para la segunda vuelta el ocaso se cierne sobre nuestras cabezas y comenzamos la subida poniendo a prueba las linternas. A Javi al que la noche le confunde, se confía demasiado en la cuneta de transición pista-sendero con un bonito remate de cabeza contra el suelo, pero sin consecuencias.
Parece que las linternas funcionan a la perfección y la bajada se inicia con arrojo. Juana, pecando de exceso de prudencia decide bajar por la pista pero prefiere morir con la bici puesta que devorada por la oscuridad, por lo que se lo piensa mejor y acompaña al grupo, con excelente resultado ya que baja al ritmo de todos y sin atisbo de percance.
Ya sólo nos quedaba la zona fácil, aunque lo de fácil es un decir, porque con lo pesadísimo que estaba el terreno el esfuerzo de duplica por lo que las dos vueltas nos parecieron cuatro, por lo que nos dimos por satisfechos y más teniendo en cuenta que todavía teníamos que volver a Alpedrete, en teoría lo más fácil de la ruta, pero nada más lejos de la realidad como pronto pudimos comprobar.
Decidimos volver por el camino que parte desde el camping en dirección a Collado Villalba a fin de acompañar a nuestro amigo anónimo en este tramo. Nos quedamos un poco rezagados Juana, David y Jose Manuel. David que tenía pocas luces, pero en el sentido literal ya que se le acababan las pilas……..las de la linterna, que las de las piernas parecen no tener fin.
Pues bien, aunque circulábamos con la mayor de las precauciones, todavía no sabemos si por un despiste, por un exceso de confianza o vete tú a saber por qué, el caso es que David tenía dos caminos para elegir, pero decidió irse contra la acequia de hormigón que dividía a los dos, saliendo por encima de la bici y cayendo al agua helada no sin antes pegarse contra el hormigón con varias zonas de su anatomía, llevándose la peor parte la cara y la rodilla. Por más que grité y silbé para parar a los que iban por delante no me escucharon.
Menos mal que Juana estaba allí para darle animo con frases como ¡¡Ay Dios mío cuánta sangre!! y otras palabras tranquilizadoras similares. Pero como las mujeres son capaces de hacer dos cosas a la vez, mientras hablaba ya se había metido en el arroyo para ayudar al muchacho a salir del agua. Este cronista para facilitar la labor le quitaba la bici de encima. Los primeros minutos fueron de desconcierto, David muerto de frío, con lesiones varias aún sin diagnosticar, pero los primeros auxilios empezaban a hacer efecto y los segundos ya fueron definitivos cuando César le aplica su poción de druida y le quita los dolores.
Mientras tanto la asistencia mecánica repara la rueda delantera que había reventado en el impacto contra el filoso borde de la acequia. Dani tiene oportunidad de estrenar su bomba de CO2 con excelente resultado si no fuera porque el torpe de Jose Manuel se deja la cubierta fuera y hay volver a deshinchar. Javi saca su súper-bomba y enseguida le damos los psi adecuados.
David que ya empieza a recobrar la lucidez nos convence para ir a casa a cambiarse antes de ir al médico. Solución acertada.
Y como ya no me queda más folio, doy por terminada está crónica no sin antes decir que las 24 con agua van a ser durísimas………….pero nadie dijo que la vida del biker fuera fácil.
Como siempre, lo mejor la compañía.
Distancia: 45,12 km
Desnivel: 453 m.
BUENA SEMANA A TODOS
