RESUMEN 11/03/12

A la hora prevista, nos reunimos Cesar, Luiz, Josito, Miguel, un compañero de Cesar (que me teneis que disculpar por que no recuerdo su nombre) y yo.

Una mañana estupenda, solecito, un entorno privilegiado y una compañía excelente, que más se puede pedir!!!, sin más dilación comenzamos y parece que va a ser una ruta tranquila a un ritmo tranquilo, ya que nuestro querido Cesar nos comenta que la noche anterior había tenido fiebre, así que comenzamos subiendo y hablando, esto pinta bien para los que vamos en la cola del pelotón, pero no, nada más lejos de la realidad, Josito y Cesar sin dar tregua a la lengua tampoco se la dan a los pedales.

A los que vamos en la cola del mini-pelotón, nos obligan a realizar un esfuerzo sobrehumano para poder cogerlos, pero gracias a su colaboración llegando a la cima de la ruta, lo conseguimos. Sin parar, enganchamos las zetas y bajamos, cada uno a su ritmo, como os podreis imaginar. Al final de las zetas reagrupamos y seguimos, eso si, al mismo ritmo que antes, que pasa?? porque tanta prisa, no lo entiendo, solo nos falta darnos codazos en las curvas, menos mal que Luiz pincha y paramos, aprovechamos el pinchazo para comer algo y observar la belleza de la naturaleza en esta época, y sobre todo, algo que tuvimos que comentar el resto de la ruta, una familia que nos adelanta, una mama con sus hijas y unos mofletes hipnotizadores. Llegamos a la puerta verde, son las 11 de la mañana, hemos subido, bajado, comido y arreglado un pinchazo en una hora y media.

Seguimos la ruta, subida a la silla sin parada, seguimos con el ritmo endemoniado, al llegar a la carretera, en vez de coger la lajas de piedra cogemos dirección a la Crta de El Escorial-Valdemorillo, seguimos con un ritmo de carretera, impuesto por Cesar, su compi y Josito, al llegar a la rotonda, nos damos cuenta que nuestro amigo Luiz y Miguel, no están, se han quedado en la rotonda, algo perdido, tras cinco minutos, el compi de Cesar se marcha, tiene prisa, ahora si entiendo tanta prisa.

Entramos al Escorial, y nos desviamos por las puertas, llegada a los coches a las 13 horas, eso si y como no puede faltar la cervecita.

Lo mejor de todo, la compañía.