RESUMEN SALIDA 02/10/11

Mientras paseo el sábado : -¿El Domingo, qué llevo, la rígida o la doble?- Así que leo el blog: ...Juan Andrés propone una ruta hacia la Fuenfría…Trialera… . Hala, pues ya está claro.
Por la mañana cojo la bici y voy bajando al punto de reunión, con la piel de gallina por el fresquete matutino (frio pa los mariquitas).-¿Por qué no cogí manga larga?-.
Cuando llego al lugar habitual, la primera sorpresa: Juan Andrés no viene. Caras de asombro… ¿y ahora qué? Por suerte Javi se conoce alguna bajadita que otra. Así que todos para arriba, sabiendo que hoy no va a ser una ruta suave. El Grupo estaba compuesto por: Javi, Javi Risitas, Víctor, Miguel, Fernando, Josito y la especial mención de Carlos, recuperado y fuerte como un toro, bienvenido.
Empezamos a ir por los caminos que llevan de Collado Mediano, para enseguida desviarnos y subir por hacia Los Molinos. Unos por la carretera y otros por un senderito que se las traía.
Al final de la cuesta, ya con el pelotón reunificado, cruzamos Los Molinos haciendo el tonto un poco, saltando, bajando escalones, en fin!… Poco después empieza la subidita por un camino hasta la vía del tren. Entre tanto, Javi contaba cómo consiguió arreglar la dirección de su Jekyll: -…. pues le di con el taladro por aquí, hice esto otro por allí…- ¿Hola, hay alguien ahí? - Decía mientras miraba a su alrededor buscando algún oyente, y con el cri cri de los grillos como única respuesta.
El grupo entre tanto circulaba a buen ritmo por el camino que lleva al hospital de la Fuenfría…
-¿Y Javi?- -Yo creo que se fue a hablar con alguien -…– Tiro de frente en el túnel - … y mientras dudábamos de lo que pasó, Howar que no aparece y no contesta al móvil. ¡Hala! A buscarlo. Mientras unos esperan, Josito enfila el camino a lo desconocido, sin saber la suerte que le habrá deparado a Javi: - ¿estará bien o habrá sufrido un terrible accidente víctima de la soledad y el desamparo? – A lo lejos aparece, entre la niebla, una figura que parece ser él… – ¡ sí, es Javi! – corro raudo en su busca y … ¡Pero si está tomando cañas!....
Que no! que es coña, es pa entretener.
El caso es que nos rejuntamos en el hospital, y todos para arriba en dirección de la cumbre, y como siempre se sube a buen ritmo, sin saber si lo que se veía a los lados eran pinos o escaparates de la Gran Vía, ¡que de gente!, la plaza estaba abarrotá.
A mitad de camino no encontramos a la familia de David, y al susodicho un poco después con dos amigos. Y claro con tanta parada, y porque ya llevábamos unos kilometritos en las patas, decidimos dejar la cima para otro día y quedarnos en el mirador.
Ya alimentados empezamos la bajada por un camino/trialera mu chulo, que venía completito, con sus cortaditos, sus raíces, sus curvitas cerradas y como no algún saltito que otro. Vamos, de los de repetir.
Los km ya pesaban, por lo que Víctor haciendo uso de su cargo democratizó la vuelta y nos llevó por una ruta más suave. Claro, que un poco más adelante apareció misteriosamente un senderito que hizo las delicias del respetable. – Ya no quiero más sorpresitas – decían algunos.
Apretamos, como de costumbre, el culo para rematar la faena, y nos fuimos despidiendo según cruzábamos al pueblo, que ya era tarde.
En resumen y siguiendo con el símil taurino, una ruta que resulto redonda y muy completa, vamos, de dos orejas y rabo. Seguro que el presi hubiera sacado el pañuelo al viento.
…y por la puerta grande: la compañía.