13 jul 2011

- RESUMEN RUTA NOCTURNA 08.07.11

La gente normal, después de una semana dura de trabajo, al llegar el viernes se recogen en sus domicilios, se van de cena o se postran en sus sofás viendo un extraordinario programa de la telebasura, ser gente normal es muy aburrido, nosotros preferimos quedar con los colegas a las 22:00H y "atizarnos una pedazo de ruta", de las que crean afición...
A la hora antes indicada, los que vivimos más lejos, un poco más tarde, la operación salida propicio este retraso, ya estábamos preparados para afrontar la noche con la ilusión de cada semana, salimos de Alpedrete en dirección al Escorial, como siempre nos medimos las fuerzas, nos miramos de reojo y estamos atentos a cualquier demarraje, he de reconocer que el rodar de los asistentes avisaba que la ruta iba a ser movida.
¿Juan Andrés?, ¿que haces aquí?, que tío!!!, nos estaba esperando en el camino con su hijo y su hija para saludarnos y darnos animo, es un monstruo!!!...

Afrontamos la pista ancha que termina en el sendero del camping, parecíamos luciérnagas frenéticas, el rodar era intenso y no dábamos tiempo a acostumbrar a la vista a la oscuridad, al principio nuestro amigo José Luis intento ralentizar el ritmo de la marcha pero el firme y la temperatura invitaban a ir fuerte y en un momento lo que era un rodar contenido se convirtió en un ritmo cañero con continuos relevos y rápidos adelantamientos, rápidamente llegamos al principio del sendero del camping, aquí la cosa cambio, los barrizales del invierno habían dejado el sendero con unos surcos y rodadas que nos obligaron a extremar la precaución, fin del sendero, el grupo se había partido en dos, espera de rigor fotos fantasmagóricas y continuamos en dirección al embalse.

Esta segunda parte era muy sencilla, rodar cómodo, buen firme y oscuridad, mucha oscuridad, después de sortear varias puertas nos plantamos en un periquete en el principio del sendero técnico que nos trasportaría hasta el embalse, aquí decidimos hacer dos grupos y acordamos quedar en la presa del pantano, un grupo prefirió seguir disfrutando de la tranquilidad y la suave temperatura de la ruta y otros preferimos romper esa paz y subir unos grados la temperatura. Dani hace de anfitrión, y Javi, Josito y yo, por ese orden, nos dejamos arrastrar a lo que seria un apasionante momento, las curvas se enlazaban una con otras, resolvíamos las dificultades con la anticipación que nos permitía el alcance de nuestras linternas, tu guía era el compañero que rodaba delante de ti y la única opción que teníamos era confiar en su buen hacer y entrar en las zonas técnicas a tumba abierta, cuando llegamos a la presa solo pudimos felicitarnos por el momento y esperar al resto.

Empezamos a rodear el pantano, que lío, hay tantos senderos que lo bordean que es difícil acertar con el correcto, pero después de las dificultades que habíamos sorteado antes esto fue un rodar tranquilo y en poco tiempo ya estábamos cruzándolo por el puente de la carretera que va hacia el Escorial. Empezamos a subir por la pista que nos lleva a Colmenarejo, decidimos hacer la parada técnica en la parte más alta de la pista, y no se si es porque todos sabíamos que la subida era no muy larga o por la ganas de tomar un refrigerio o quizás al miedo a quédate rodando solo con la oscuridad, pero subimos como centellas, y entre el primero y el ultimo la demora fue despreciable. Aquí entre risas y buen rollo, dimos cuenta de toda la comida que teníamos.

Reanudamos la marcha dirección a Villalba, rodar suave y relajado pero por poco tiempo, la emoción del momento y ver que estaba con fuerza me arrastro junto con Javi Risitas al fracaso, en un cruce nos despistamos y cuando nos dimos cuenta estábamos solos, he de decir que por un momento me invadió el desconcierto, pero no lo diré... Haciendo uso de la orientación, y los recuerdos de rutas anteriores retornamos al buen camino y nos reagrupamos sin más problema, este despiste nos puso los pies en la tierra y nos hizo comprender que era mejor rodar juntos.

Villalba 01:00H, rodamos como una piña, carretera dirección Alpedrete, ya estamos otra vez!!!... Víctor se pone juguetón y rompe la disciplina de grupo, menos mal que lo que quedaba era poco y algo de fuerzas nos acompañaban, cada uno como pudo llego al punto de partida con la grata sensación que queda cuando las fuerzas te han acompañan y los incidentes brillan por su ausencia...

Que sensación de libertad, que distintos son los senderos, como cambian los perfiles y las siluetas de las cosas por la noche, pero hay una cosa que no cambia sea de día o de noche, el buen rollo que hay en el grupo...

Buena semana a tod@s
Fdo: César

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