Asistentes: César, Dani, Javi, Jose Manuel, Josito, Juana, Victor.
Distancia: 20,20 km
Desnivel: POSITIVO: 400 m. -- NEGATIVO: 800 m.
¿Qué si nos gustó la ruta?.…… pues depende a quien le preguntes. En descargo del organizador hay que decir que a la mayoría le gustó, que digo gustó, les encanto, pero siempre hay voces discordantes que no llevan esta sintonía, a los que hay que felicitarles doblemente, por sufrir como campeones sin rechistar demasiado, bueno hubo una que sí protestó enérgicamente y no voy a decir nombres.
El parte de guerra es extenso, exactamente el 50% sufrió en su ego y algo más las consecuencias de las exigentes bajadas. A las tres caídas de César, Dani y Jose Manuel, hay que sumar la media caída de Javi, porque caerse subiendo no cuenta como entera.
La subida hasta el collado de la Mina vino bien para calentar las piernas, Jose Manuel sufriendo más de la cuenta como últimamente viene siendo habitual, pero consiguió coronar con todos los órganos funcionando.
Aquí nos desviamos por el GR-10, en una infernal subida, de la que dicen que hubo una vez un biker que consiguió hacerla sin poner pie a tierra, pero no hay pruebas documentadas. Nuestro grupo no lo hizo mal, aunque se apoyó el pie en algunas ocasiones, sólo fue para coger resuello o recuperar el equilibrio, pero el caso es que se puede subir montado, o como en el caso de Javi que en el intento de superar un paso sin bajarse, se olvida de sacar el pie del pedal y protagoniza su media caída.
Coronamos en el medio derruido refugio de La Salamanca, vistas espectaculares, es de los sitios en los que percibes que el esfuerzo ha merecido la pena……vosotr@s ya me entendéis. Unas cuantas fotos y ahora toca bajar con todos los sentidos alertas, las piedras son como hachas, que se lo digan a Javi, que en un derrape corta un taco de la trasera y el equipo de reparación tiene que ganarse el sueldo.
El descenso continúa por el Gr-10 y aunque es ciclable al 100% algunos pasos ponen en duda el porcentaje y César en uno de ellos decide aterrizar en el suelo por toda la cara, literal, su nariz manchada de tierra da fe. La muñeca también sufre algunas consecuencias.
Nos reagrupamos y nos disponemos a dar cuenta de la siguiente trialera, ignota para la mayoría y que sólo Jose Manuel la hizo una vez con la rígida y no con demasiada brillantez. Pero como la venganza se sirve en plato frío en esta ocasión nos merendamos el sendero con todas sus piedras y escalones.
Para tirar a Dani hace falta buscar trialeras con pedigrí, pues se ha conseguido y en un complicado escalón, en el que además de cuidar que los pedales no chocaran con los laterales, había que salvar la piedra que esperaba a la salida, pero como era gorda y no se estaba quieta, la rueda delantera se bloquea y superman al canto, aunque sin demasiadas consecuencias, excepto en el ego, claro.
En seguida llegamos a la pista asfaltada que circunda por arriba el embalse de La Jarosa. El plan inicial era volver al alto del León, pero como tenemos gente que piensa, y dejamos algunos coches en Guadarrama para darnos el lujo de terminar la ruta bajando en vez de en dura subida.
A mitad de pista, nos encontramos un sendero que no sabíamos a dónde iba, pero que tenía una pinta excelente, menos mal que Victor, apelando al espíritu de Jose Luis, puso orden y seguimos por lo conocido………….pero que sepamos que queda pendiente.
Cogimos el cortafuegos que ya hemos hecho otra veces, pero como habían pasado las máquinas, ahora es más rápido, siempre y cuando no fueras pegado al de adelante, porque era tal la polvareda que lo mismo hubiera dado bajar con los ojos cerrados.
Casi al final del cortafuegos, este cronista hunde la delantera en un blandón de tierra y se baja de la bici como quiere, en este caso hincándose un piedra de pico en la rodilla y no se sabe cómo desollándose los dos antebrazos. Rápidamente César se gana el apodo de “El Cirujano” y saca sus ungüentos de druida para curar las heridas, para lo del ego no tiene remedios por lo que dejaremos que el tiempo lo remedie.
El último tramo de sendero, imposible, el agua lo ha destrozado, en los regueros cabe la bici entera, pero aun así lo superamos en algunos tramos.
Una última incidencia en forma de avería, hoy la máquina de Javi no tenía su día y rompe la cadena. Los ingenieros lo solucionan y rápida bajada hasta Guadarrama.
A pesar de todos los parones, nos da tiempo de subir al puerto a por los coches, bajar y dar cuenta de las merecidas cervecitas en una terraza de la plaza.
Jose Manuel sigue el consejo de Javi y se van a degustar la especialidad de “El madrileño” su rabo de toro, Juana que es menos carnicera se decanta por el bacalao, también muy rico.
En resumen, una ruta a gusto de la mayoría, con trialeras de alto nivel…………………y lo mejor, como siempre, el personal.
El parte de guerra es extenso, exactamente el 50% sufrió en su ego y algo más las consecuencias de las exigentes bajadas. A las tres caídas de César, Dani y Jose Manuel, hay que sumar la media caída de Javi, porque caerse subiendo no cuenta como entera.
La subida hasta el collado de la Mina vino bien para calentar las piernas, Jose Manuel sufriendo más de la cuenta como últimamente viene siendo habitual, pero consiguió coronar con todos los órganos funcionando.
Aquí nos desviamos por el GR-10, en una infernal subida, de la que dicen que hubo una vez un biker que consiguió hacerla sin poner pie a tierra, pero no hay pruebas documentadas. Nuestro grupo no lo hizo mal, aunque se apoyó el pie en algunas ocasiones, sólo fue para coger resuello o recuperar el equilibrio, pero el caso es que se puede subir montado, o como en el caso de Javi que en el intento de superar un paso sin bajarse, se olvida de sacar el pie del pedal y protagoniza su media caída.
Coronamos en el medio derruido refugio de La Salamanca, vistas espectaculares, es de los sitios en los que percibes que el esfuerzo ha merecido la pena……vosotr@s ya me entendéis. Unas cuantas fotos y ahora toca bajar con todos los sentidos alertas, las piedras son como hachas, que se lo digan a Javi, que en un derrape corta un taco de la trasera y el equipo de reparación tiene que ganarse el sueldo.
El descenso continúa por el Gr-10 y aunque es ciclable al 100% algunos pasos ponen en duda el porcentaje y César en uno de ellos decide aterrizar en el suelo por toda la cara, literal, su nariz manchada de tierra da fe. La muñeca también sufre algunas consecuencias.
Nos reagrupamos y nos disponemos a dar cuenta de la siguiente trialera, ignota para la mayoría y que sólo Jose Manuel la hizo una vez con la rígida y no con demasiada brillantez. Pero como la venganza se sirve en plato frío en esta ocasión nos merendamos el sendero con todas sus piedras y escalones.
Para tirar a Dani hace falta buscar trialeras con pedigrí, pues se ha conseguido y en un complicado escalón, en el que además de cuidar que los pedales no chocaran con los laterales, había que salvar la piedra que esperaba a la salida, pero como era gorda y no se estaba quieta, la rueda delantera se bloquea y superman al canto, aunque sin demasiadas consecuencias, excepto en el ego, claro.
En seguida llegamos a la pista asfaltada que circunda por arriba el embalse de La Jarosa. El plan inicial era volver al alto del León, pero como tenemos gente que piensa, y dejamos algunos coches en Guadarrama para darnos el lujo de terminar la ruta bajando en vez de en dura subida.
A mitad de pista, nos encontramos un sendero que no sabíamos a dónde iba, pero que tenía una pinta excelente, menos mal que Victor, apelando al espíritu de Jose Luis, puso orden y seguimos por lo conocido………….pero que sepamos que queda pendiente.
Cogimos el cortafuegos que ya hemos hecho otra veces, pero como habían pasado las máquinas, ahora es más rápido, siempre y cuando no fueras pegado al de adelante, porque era tal la polvareda que lo mismo hubiera dado bajar con los ojos cerrados.
Casi al final del cortafuegos, este cronista hunde la delantera en un blandón de tierra y se baja de la bici como quiere, en este caso hincándose un piedra de pico en la rodilla y no se sabe cómo desollándose los dos antebrazos. Rápidamente César se gana el apodo de “El Cirujano” y saca sus ungüentos de druida para curar las heridas, para lo del ego no tiene remedios por lo que dejaremos que el tiempo lo remedie.
El último tramo de sendero, imposible, el agua lo ha destrozado, en los regueros cabe la bici entera, pero aun así lo superamos en algunos tramos.
Una última incidencia en forma de avería, hoy la máquina de Javi no tenía su día y rompe la cadena. Los ingenieros lo solucionan y rápida bajada hasta Guadarrama.
A pesar de todos los parones, nos da tiempo de subir al puerto a por los coches, bajar y dar cuenta de las merecidas cervecitas en una terraza de la plaza.
Jose Manuel sigue el consejo de Javi y se van a degustar la especialidad de “El madrileño” su rabo de toro, Juana que es menos carnicera se decanta por el bacalao, también muy rico.
En resumen, una ruta a gusto de la mayoría, con trialeras de alto nivel…………………y lo mejor, como siempre, el personal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario