26 de junio de 2.011
El Ingeniero
Asistentes: Cesítar, Dani, Fernando, Jose Manuel, Juana, Juan Andrés, Paco,
Distancia: 29,80 km (42 para algunos)
Desnivel: 611 m.
La ruta comienza con incidencia por culpa de todos. Fernando se va al camping equivocado y al resto no se nos ocurre caer en eso y como no hay cobertura, pensando que no iba a venir nos piramos en dirección a Gargantilla. Y mira qué casualidad en Gargantilla sí hay cobertura, contactamos con Fernando, que ya está en el Alto del León camino de Cercedilla pensando que le habíamos dado plantón. Rápidamente da media vuelta y elegimos voluntarios a Juana y Daniel para bajar a buscarle, ya que en la subida han demostrado estar más fuertes que el K-7. Y el resto tan agustito arreglando el país mientras esperamos. En menos de 1 hora están de vuelta por lo que proseguimos ruta.
La bajada por la trialera hacia San Rafael, espectacular como siempre, todos los sentidos alertas ya que por la sequedad del terreno hay que afinar como nunca en los derrapes.
Antes de llegar a la carretera tomamos el cruce donde comienza el camino del Ingeniero. El sendero es del agrado de todo el mundo. No es muy complicado pero sí bonito tanto por las vistas como por la vegetación intensamente verde. Al estar metido en un pinar nos permite disfrutar de la sombra, lo que nos viene muy bien.
Hacia la mitad del sendero se nos presenta la subida imposible, empinadísima, lo suficientemente larga para dejarte sin resuello, con algunas piedras y raíces y el terreno suelto. Hacerla entera del tirón no está al alcance de ninguno, aunque por tramos conseguimos éxitos parciales. Hay que volver con el terreno húmedo que seguro que alguno del grupo aquí se licencia con matrícula de honor.
Recuperamos el resuello y seguimos subiendo, ahora más suave. Juan Andrés va metiendo la cabeza en todos los riachuelos, el calor le hace mucha pupa.
Paramos a reponer fuerzas, que bien estamos a la sombra charlando, nadie dice ni mú de proseguir, pero claro allí no nos podíamos quedar y ooootra vez a remar.
Superamos el corto tramo de campo a través para enlazar con otro sendero y continuamos la ascensión hacia “Boca del Infierno”. Cruzamos el arroyo del Boquerón, junto a su nacimiento para acometer el penúltimo esfuerzo por pista y a través de la Cañada de La Cumbre nos dirigimos otra vez a Gargantilla.
Senderito guapo de bajada, paralelo al arroyo Chuvieco, conocido como “Los Toboganes”, y atravesamos la pista que nos bajaría al camping. Paco, se nos despista y sigue por la pista (era la “otra izquierda”). Fernando también, ya que tiene el coche al final del camino. El resto cambiamos de valle y nos pasamos a la Pradera del Eco para coger la última trialera, bastante divertida, que nos deja en el camping.
Han sido 30 kms. para la mayoría y 42 para los rescatadores del niño perdido.
Parada y fonda en el Mobil-Home de Juana-Jose para tomarnos unas cervecita, hasta nos pusieron aperitivo.
A todos nos ha gustado la ruta, eso sí, la próxima vez que nadie se pierda por favor. Seguro que la repetiremos y más teniendo en cuenta que muchos ilustres no han podido asistir.
Hasta la próxima majetes.
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